lunes, 4 de junio de 2012


RINCONES DE APRENDIZAJE





Los rincones se pueden habilitar como complemento de la actividad escolar, de modo que los niños acuden a ellos en los ratos libres cuando terminan sus tareas académicas, o como espacios para trabajar contenidos curriculares específicos.

Los docentes deben estructurar los rincones del aula en función de las áreas de aprendizaje que quieran estimular. Cada rincón debe contar con su propio material, para que el niño pueda trabajar de forma independiente, sin necesidad de buscar ayuda en el maestro. No obstante, también se pueden crear rincones donde sea imprescindible la presencia del tutor, que trabaja con pequeños grupos en torno a una temática o actividad específica. "Lo primero que debe hacer el maestro es cambiar su concepto de orden y confiar en que cada niño será capaz de realizar la actividad que libremente escogió".
















Rincón del juego simbólico: cocina, garaje, tienda... Estos rincones recrean espacios reales donde los niños pueden realizar actividades con las que aprendan pautas de comportamiento mientras interactúan con sus compañeros.








Rincón de expresión plástica: un espacio para que los niños desarrollen su creatividad a través de actividades con pinturas, plastilina, recortables o moldes, entre otros materiales.







Rincón lógico-matemático: puede incluir materiales, como puzzles, dominós, piezas para ensartar y otros juegos que favorecen la construcción del razonamiento numérico en los más pequeños.




Rincón de los experimentos: en este espacio, los niños pueden aprender a investigar y observar la naturaleza u otros elementos gracias a instrumentos como microscopios o lupas y experimentar con distintos materiales.




Rincón de la música: su función es fomentar la sensibilidad musical del alumno, permitirle ensayar con diferentes instrumentos adecuados a su edad (flauta, tambor, maracas, triángulo) y enseñarles a "escuchar" la música.








Los rincones nos permiten organizar el aula en pequeños grupos, cada uno de los cuales realiza una tarea determinada y diferente. Pueden ser de trabajo o de juego.

Según el tipo de actividad algunos rincones necesitan ser dirigidos por el maestro. En otros rincones los niños/as pueden funcionar con bastante autonomía.